DESDE ESPAÑA: UNA PUESTA EN VALOR DE LA ARQUITECTURA ECUATORIANA.
Verónica Rosero
Afiche de difusión de las charlas. Fuente: Aula Americana de Arquitectura Andalucía.
Daniela Ramos, tras varios años
como Coordinadora General de la Bienal de Arquitectura de Quito, enfoca su
charla desde la perspectiva de las nuevas arquitecturas, proyectos vanguardistas
destacados de las dos últimas bienales donde se ha podido apreciar el
surgimiento de estudios de arquitectura nóveles, así con el afianzamiento de
otros estudios con algunos años más de labor. Varios de los proyectos ganadores
de las diferentes categorías forman parte ya del catálogo de referentes
internacionales. Coincidencia o no, tanto la Bienal de Quito como los nuevos
estudios se han valido estratégicamente de las nuevas redes de comunicación,
permitiéndoles ampliar la labor académica de la bienal y la presencia de la
obra ecuatoriana en el exterior.
Esta puesta en valor data de
pocos años: si se compara con otros países latinoamericanos, la arquitectura ecuatoriana ha
permanecido prácticamente anónima a ojos de los extranjeros dada su escasa,
incluso nula presencia en los textos de cabecera de la teoría e historia de la
arquitectura latinoamericana. Esta reciente y aún escueta presencia internacional
podría dar a entender (erróneamente) que el pasado más reciente de la arquitectura
ecuatoriana, su modernidad, no merece atención y análisis. De hecho hoy cobra más importancia su estudio
y reivindicación cuando incluso puertas adentro, el modernismo quiteño sufre un
proceso de desvalorización, manifestado en demoliciones indiscriminadas de edificios
de significativo valor arquitectónico y urbano, demostrando así fuertes
carencias pedagógicas sobre nuestros propios referentes. Este es un tema de
amplio debate no sólo arquitectónico y académico sino también sociológico.
Con estos antecedentes, Néstor
Llorca, investigador doctoral, es el encargado en esta ocasión de la reivindicación
de la práctica arquitectónica de la modernidad ecuatoriana. Con su charla denominada “Quito,
una mirada a Europa”, el modernismo quiteño es mostrado a través de un proceso
de hibridación de culturas, donde los arquitectos extranjeros de la posguerra
se vieron “obligados” a adaptar su quehacer arquitectónico a las condiciones
específicas de la ciudad. Su crónica y puesta en valor de esta modernidad,
adquiere aún más relevancia ahora que atravesamos nuevamente un intensísimo
período de intercambio cultural, un intercambio cuyos efectos de hibridación se
leerán décadas después, tal cual Néstor lo hace hoy con su profunda
investigación sobre el modernismo quiteño.
Por lo tanto, ambas charlas
tienen por objeto contextualizar a aquellos con perspectivas de colaborar con
proyectos ecuatorianos; se agradecen iniciativas como la del “Aula Americana de
Arquitectura”, que ofrece una oportunidad de aprendizaje desde visiones
analíticas y reflexivas, lo que demuestra un compromiso de responsabilidad ante
futuras intervenciones en un entorno con un fuerte imaginario cultural,
geográfico e histórico. Si bien España tiene el know-how en muchos ámbitos y disciplinas, la contextualización
puede escaparse a ojos de profesionales que obedecen a las demandas de un banal
sector inmobiliario y a una bonanza económica circunstancial, olvidando las
lecciones que ha dejado la crisis española.